Hace 13 años, a una de mis mejores amigas le diagnosticaron una enfermedad grave por lo que en muy poquito tiempo murió.
Ella era una persona presumida, divertida, muy activa, detallista y con mucho carácter, apenas hacía 10 meses que había tenido una hija, así que el día que ella murió se perdió una madre, una pareja, una hija, una amiga, una tía, una compañera de trabajo … Una persona importante para muchas personas.
Si en algún momento yo hubiera sido consciente de que podía morir, me hubiera gustado ofrecerle crear algo especial y bonito para su hija, pareja y familia. Que estoy segura les hubiera acompañado en muchos momentos de sus vidas.
Le hubiera animado a grabar una canción de cuna para su hija, un vídeo explicándole como lavarse los dientes o porque es tan importante comer verdura. Y porque no una nota de voz aplaudiendo su primer día de bicicleta y unas palabras para su primer día de instituto o hablando del primer amor. Y conociéndola a ella, estoy segura de que hubiera encontrado las palabras para abrazar a su marido y familia en los momentos de vacío y tristeza.
Me hubiera gustado decir unas palabras en su funeral, pero no supe hacerlo. Ese momento ya pasó y muchas cosas que le hubiera dicho ya quedaron allí, pero me gustaría que no le pasara a a nadie más, que todo el mundo fuera consciente de que la muerte nos sorprende y que es difícil de aceptar, pero que viviendo conscientes de este hecho, tenemos la oportunidad de hacer cosas bonitas porque hemos tenido vidas bonitas..
He tenido la oportunidad de vivir al lado de su hija y marido y compartir momentos con ellos y me siento afortunada por esto.
Mi proyecto es el abrazo que no te pude dar ese día.